Iluminación ideal para oficinas: Tipos, Normativa y Consejos

Cuando pensamos en el lugar donde más horas al día pasamos, en la mayoría de los casos este será la oficina. Por ello, la salud visual depende directamente de la iluminación que se tengan las distintas zonas y despachos de trabajo, por lo que la iluminación en oficinas modernas debe centrarse en promover el bienestar de los empleados y adaptarse a la versatilidad de cada espacio. Si te encuentras bien en tu puesto de trabajo, podrás mejorar la motivación y productividad, así como disminuir el absentismo.

iluminación oficinas

Te contamos cuáles son los tipos de iluminación existentes y qué pueden generar en tu día a día para que decidas cuál se adapta mejor a tus necesidades concretas. De esta manera, podrás prestarle la atención necesaria a este tema especialmente importante para el bienestar general.

Normativa sobre el nivel recomendado para trabajos de oficinas

La importancia de mantener una oficina bien iluminada se aprecia en su normativa, que regula el nivel de iluminación recomendado para trabajos en oficinas según las necesidades visuales concretas y el uso que se le dé a la zona:

  • En el caso de que sea una sala que se utiliza ocasionalmente, esta deberá tener al menos 50 lux
  • Si se va a usar a lo largo de toda la jornada laboral deberá alcanzar los 100 lux
  • Las zonas de paso requieren únicamente 25 lux, pero deberá incrementarse la cifra si existe riesgo de caída o colisión.

Es importante tener en cuenta estas condiciones si queremos asegurarnos de sacar el mayor partido al uso del sistema lumínico correspondiente. Además, el tipo de trabajo que se ejerza en cada puesto de trabajo también puede condicionar la luz necesaria para dicho empleado.

  • Una mesa de trabajo en la que se diseñe o dibuje requiere alcanzar entre 600 y 1.500 lux,
  • En puestos administrativos esta podrá quedarse en entre 400 y 700 lux.

Tipos de iluminación en la oficina

Los diferentes momentos del día pueden requerir también distintos tipos de luces, que conseguirán un resultado más atractivo para el entorno. En este sentido, no solo es importante el sistema de iluminación en el puesto de trabajo o en la oficina en general, sino el tipo de luz que se busca.

Luz natural

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Se trata de la que menos cansa la vista y la que permite trabajar de manera más sencillas. La mejor opción es apostar siempre por luz natural con grandes ventanales, sobre todo en las épocas más soleadas.

Una buena opción para evitar la entrada de luz demasiado intensa es utilizar estores de oficina blancos con tejidos ligeros, que dejen pasar la claridad pero sin deslumbrar, creando un ambiente más suave y agradable.

Luz general

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La luz general se encarga de iluminar de manera equilibrada toda la zona de trabajo como techos o paredes, ayudando a reducir sombras marcadas y cambios bruscos de claridad y dependerá de si se busca una luz directa o que esta sea difusa.

Este tipo de iluminación puede instalarse en el techo o en las paredes, según se busque una iluminación más directa o una atmósfera con luz más suave. Entre las soluciones más comunes están los focos empotrados o los tubos LED entre otros.

Luz focal

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Es una de las más utilizadas para iluminar oficinas, ya que permite contar con una luz más directa en cada puesto de trabajo o mesa en una sala de reuniones. Con este tipo de luz incidirás directamente en la superficie de la mesa y mejorarás la intensidad.

Luz decorativa

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Con esta luz podrás hacerte con un espacio cálido y agradable y hacer que sea más atractivo. Se suele utilizar en zonas como la recepción y para resaltar elementos o colores concretos.

Consejos para una iluminación de oficinas saludable

Como ya hemos comentado, la productividad de los empleados puede mejorar notablemente su mantenemos una iluminación saludable y cómoda. Por ello es importante tener en cuenta ciertos consejos que mejorarán la sensación del lugar.

  • Control de la iluminación: gracias a sistemas de control podrás adaptar la luz a las necesidades concretas de cada zona o persona. De esta manera mejorarás la comodidad y el confort lumínico.
  • Temperatura de color: la temperatura de color suele variar según el espacio en el que se encuentre, pero requiere mantener un confort constante para el correcto desempeño de los empleados. Lo habitual en oficinas es que se sitúe entre 3.000 y 4.000 grados kelvin, pero es importante poderlo controlar igual que la intensidad de la luz.
  • Cantidad de luz: la cantidad e intensidad de la luz se mide en lumens o lux, algo que deberemos tener muy en cuenta para asegurar la comodidad de los empleados. Tanto una intensidad demasiado elevada como una muy baja pueden causar fatiga visual, por lo que se recomienda mantener los lumens en alrededor de 500 hasta 750 para asegurar una adecuada visibilidad sin cansar la vista.